La propuesta es decrecer en nuestra ansia de poseer un mundo que ya somos, y no hace falta tenerlo sino serlo. El desapego como pedagogía de una vida que no se aferra sino se celebra mientras llega, sucede y se acaba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario