En ciertos entornos la pertenencia a una Tradición es uno de los elementos claves para asegurar que el discípulo ha entendido bien uno de los principios esenciales: que todo está subordinado y sometido al Principio, y su sumisión a una práctica, a una doctrina y a una adecuación de su alma a esas verdades que enuncia la doctrina, a través del cultivo de las virtudes, o más propiamente el retirar los obstáculos que impiden que las virtudes, reflejos de lo divino en lo humano irradien será un reflejo existencial de esa comprensión teórica de esa sumisión en la que vivimos todos, sin saber la hora de nuestro fin ni cómo es que aparecimos en este escenario de multiplicidades separadas.
Dicen los maestros que las verdades metafísicas se han de alcanzar, mientras la Gracia no quiera irrumpir y romper las leyes del tiempo y el espacio, en una escalada temporal, en una disciplina espiritual sostenida en el tiempo, día a día; en un espacio y un tiempo sacramentado por un rito habitado con presencia, en la constatación humilde de que aunque uno entienda las verdades metafísicas de forma teórica, y la no dualidad que integra en la Unidad la forma y el vacío, es una tentación creer que por entenderla mentalmente uno deja de estar en el mundo de la dualidad, donde la interrelación entre los objetos múltiples creados por el Gran Hacedor obedecen a leyes cósmicas que hay que conocer.
La Tradición sería esa trasmisión de esa doctrina y esas prácticas y la adhesión con todo lo que somos a su desenvolvimiento, en la confianza que esa practica irá purificando paulatinamente el ojo del corazón, sede del intelecto, que aprehende directamente las verdades espirituales
Con motivo de la siguiente entrevista de Hilo de Ariadna, a un representante de lo que se viene llamando Neo Advaita, Wayne Liquorman -cuyo Gurú fue Ramesh Balsekar, a su vez discípulo de Nisargadatta y éste discípulo de Sidarameshvar-, que narra cómo su maestro le abrió literalmente ese corazón y depositó en él una semilla que le transformó para siempre tuve que investigar en las críticas que se hacían a que el llamado subitismo, que es la posibilidad de que el despertar surja de una indagación sobre lo que es, sin necesidad de ninguna doctrina, ninguna sadhana o práctica espiritual, sea un método apropiado para el hombre contemporáneo, ya que es considerado en la tradición hindú, como algo realmente excepcional y que, aunque en occidente ha calado muy profundo, como se puede ver por el gran éxito editorial que han tenido autores representativos de ese súbito despertar como Nisargasatta que revolucionó occidente con su libro “Yo soy eso”, con frases maravillosas como esta: «El amor dice: ‘Yo soy todo’. La sabiduría dice: ‘Yo soy nada’. Entre ambos fluye mi vida.» O Ramesh Balsekar que recibía a muchos occidentales en su casa de Bombay, y son el origen, ambos, de una nueva serie de maestros occidentales que defienden un método directo de indagación sobre la realidad y que reciben una serie de críticas desde el vedanta advaita tradicional.
Así que lo primero fue investigar un poco sobre el linaje de Wayne Liquorman, al que algunos consideran un sabio contemporáneo, para poder conocer sus raíces, en esa convicción de que un árbol fuerte se basa en una raíces poderosas, para poder lanzar las ramas al “camino del pájaro”, que es el camino que Siddharameshwar Maharaj enseñaba para alcanzar la meta suprema por medio de la reflexión mental o autoindagación y que es considerado el camino más corto hacia el despertar o realización, pues al igual que un pájaro que vuela de árbol en árbol, el buscador alcanzará rápidamente su meta en contraposición a la meditación o «camino de la hormiga», que es un largo camino que conduce a la Realidad suprema.
Un camino que es el que presumiblemente transitan esta nueva hornada de maestros occidentales, que encontraron en las formulaciones de maestros como Ramesh la respuesta a un hastío o una hostilidad con las propias tradiciones, que en muchas ocasiones por la decadencia de sus instituciones habían opacado las verdades que vehiculaban haciendo irreconocible la senda para llegar a gestar en el corazón la Verdad de lo que somos. Por eso, para algunos, el método de realización actual de esta escuela, “directo” y en cierto modo “anarco-individualista”, se adapta muy bien al carácter occidental, pero despierta muchas dudas acerca de su idoneidad e incluso su peligrosidad en mentes no preparadas. Para Fritjof Schuon, por ejemplo, la experiencia de iluminación súbita de un Ramana Maharshi, no es una vía en sí, pues no siguió ningún método, fue algo extraordinario y por eso tenía renuencia a tener discípulos y aunque sus textos son iluminadores no capacitan, sin el soporte tradicional correcto, para alcanzar ese Yo soy, que es un estado, no una vía en sí.
Lo primero que descubrí en mi investigación previa a toda entrevista es que el maestro de Wayne, Ramesh Balsekar y Nisargadata, no son propiamente vedanta advaita, sino que pertenecían a la Tradición Navath. Y que aunque comparten muchas cosas; sus métodos y principios son distintos. Así que esa fue la primera pregunta que le hice ami entrevistado, que me aclarará ese linaje. Sus semejanzas y diferencias con el vedanta advaita tradicional. Como podrán escuchar en la entrevista para Wayne Liquorman la Enseñanza viva del Advaita, que es como él llama a su enseñanza carece completamente de dogma o conexión religiosa y está abierto a todos los que buscan la paz en la vida diaria, en sus propias palabras.
A partir de esta primera respuesta se me aclaró la confusión que yo misma tenía de que todo planteamiento advaita, no-dual, tuviera que ser vedanta advaita y que las diferencias y la distancia con una postura tradicional, como la que señalaba al principio eran muy grandes y, de hecho, cuando intentaba hacerle más preguntas en relación a los elementos que la Tradición considera necesarios para la iluminación no encontraba hueco y mis dudas sobre si un occidental podía saltarse todos esos medios hábiles de la Tradición hindú, como la purificación para el cuerpo, la devoción para el alma, y discernimiento para la inteligencia quedaron sin responder. Para Wayne «El vedanta es un movimiento religioso dentro del hinduismo y el advaita vedanta, un subgrupo del mismo. El advaita puro, sin vedanta, es la afirmación mística del hinduismo, del mismo modo que el zen lo es del budismo, el sufismo del islam, el gnosticismo del cristianismo y la cábala del judaísmo. Todas son filosofías no dualistas que comparten una raíz común con las religiones de base dualista, mucho más extendidas. En realidad, todas esas enseñanzas no dualistas son intercambiables entre sí en términos de su esencia.»
Mi intención era trasladarle con toda la cortesía posible las críticas que se hacían a este camino tan directo, para conocer en sus respuestas la profundidad de su propuesta. Preguntarle cómo era posible sin pasar por ningún esfuerzo espiritual que purificase y preparase la mente comprender las verdades metafísicas en toda su profundidad y complejidad y sutilidad. Recordaba lo que decía el poeta Hāfez, “Aun cuando la unión con Él no se dé por tus esfuerzos, ¡oh corazón! esfuérzate hasta el límite para lograrlo”.
Preguntarle por la necesidad del desarrollo de las virtudes que señalan los vedas como un requisito previo para la madurez necesaria para «escuchar» la enseñanza Advaita más elevada. O contarle de algunos alumnos contemporáneos que conozco que se despersonalizan y desconectan de la vida diaria al poner todo el énfasis en el estado más avanzado de la realización espiritual. Y que quizás el no distinguir entre los niveles absoluto y relativo de la conciencia podía devaluar un desarrollo equilibrado de las dimensiones física, emocional, psicológica y espiritual del ser y llevar a muchos a callejones sin salida.
Me hubiera encantado conocer su respuesta a lo que dice uno de estos críticos, Dennis Waite, de que los Neo-Advaitas sólo reconocen la realidad absoluta y no se ocupan lo suficiente de la realidad aparente. “Por lo tanto, niegan que exista un buscador, un buscar y la búsqueda de algo. Pero desde el punto de vista del buscador, sostiene Waite, la realidad aparente es bastante real, al igual que en el sueño lo es para el soñador. Así que hay una identificación con la forma mente-cuerpo, el sufrimiento, la búsqueda de la iluminación y un mundo objetivo muy convincente para la mayoría de los buscadores. Fingir que este no es el caso no ayuda a aquellos cuya experiencia instante a instante está profundamente condicionada por esta identificación.” Extraído del artículo Gurús neo-advaitas y detractores. Phillip Charles Lucas.
O hablarle del peligro, que algunos hemos visto, y que reseña otro crítico, Timothy Conway, de que “la negación del nivel relativo de experiencia ordinaria puede conducir a una indiferencia hacia lo que llaman «espiritualidad comprometida” Una indiferencia hacia el prójimo. Pues cuando hablamos de la no dualidad todo parece perfecto, nada que hacer, pero ¿cómo se brega con el día a día lleno de miseria y sufrimiento?
Recordaba lo que decía F. Schuon sobre que la vía del Conocimiento, el jnana puede convertirse en un veneno mortal del mismo modo que puede significar la liberación, que todo depende de la naturaleza individual del discípulo, y que en occidente la identidad con el sí muchas veces no se realiza sino que se substituye por una idea fija que puede dar orgullo, pretensión y tozudez, monomanía dialéctica y una falta de sentido de lo sagrado. Y recordaba a amigos queridos diciéndome una y otra vez que nada era real, mientras el duelo de la muerte de su madre o padre corría su alma relativa.
Me hubiera gustado preguntarle, también, si había oído de la advertencia de que el método de realización actual de la escuela, olvida que muchos europeos estamos aquejados de un individualismo oculto, que exaltamos al hombre, a diferencia de la cultura hindú siempre ha estado orientada a lo que está por encima del hombre y que este método puede exacerbar esa deriva individualista.
O decirle, a colación de una de sus frases, que tanto pueden atraer a los desencantados con las actuales religiones en fase evidente de decadencia, salvo en sus núcleos: “A medida que avanzas por el camino espiritual se ensancha, no se estrecha, hasta que un día se amplía hasta tal punto que no queda camino alguno.” ¿Cómo distinguir el terror al error espiritual que convierte la enseñanza en un ídolo y puede dejar paralizados a muchos amantes de la letra, encadenados al dedo que señala la luna, con el hecho de que el mismo Shankaracharia siguió realizando los ritos de su camino, y que Ramesh, su maestro, escuchaba bhajans, integrando el aspecto devocional, propio de cualquier tradición, salvarguando al alma de sus desarreglos por la Gracia que vehiculaban los ritos.
Preguntar ¿Cuál era el camino de en medio entre la Tradición y la supuesta necesidad de actualización a las nuevas circunstancias que los modernos maestros occidentales del Advaita preconizaban?, ¿sino había peligro de que todo se diluyese y los términos sánscritos clave fueran malinterpretados y la enseñanza volverse se vuelve un masaje psicológico para occidentales estresados.?
Pero Wayne no quería esa entrevista y yo no quería confrontar dos posturas sino discernir y conocer más este linaje, sus orígenes, ver la idoneidad o no de su propuesta para el buscador contemporáneo, ya que está tan extendido y mucha gente se pregunta acerca de la críticas tan sustanciales que se hace a este camino de la iluminación súbita y acepté por donde él quería ir y busqué su perla y aunque al principio parecía malhumorado con mis preguntas recordé uno de los versos que firma como Ram Tzu y seguí adelante abriéndome a su enseñanza, que podrán juzgar por ustedes mismos en unos días que estará terminada la traducción al español (Si no quieres perdértela suscribete a nuestro canal):
¿Cómo puede Ram Tzu culparte por juzgarlo con dureza?
Usted se ha tragado el dogma espiritualmente ornamentado
Como un anfitrión sagrado
Pasó de una mano no iluminada a otra
Durante miles de años.
Rumia y digiere.
Luego imagina que los turds resultantes son la Verdad misma.
¿Cómo podrías sentir lo contrario acerca de él?
Él es burdo y malhumorado
y lamentablemente no espiritual.
Lo que él es y
lo que dice es una afrenta a la verdad cristalina
que sostienes para ser evidente por ti mismo.
Sin embargo, te encuentras
extrañamente atraído por él.
Como una polilla
Beatriz Calvo Villoria
Con ganas de la entrevista, gracias por tu trabajo.
YA está publicada, espero que te parezca un buen testimonio.
En mi opinión, …muy buenas preguntas, otra cosa son las respuestas y el monólogo, que pena, es el problema con personas dogmáticas, no fluyen, son muy rigidas, no hay debate, te sueltan la charla, lo pilles o no lo pilles…no existe la discusión inteligente. Gracias por tus esfuerzos, veo que indagas con seriedad.
Muchas gracias Antonio, hay que decir que mi inglés tampoco es muy bueno y quizá haya dificultado la fluidez que tu señalas, pero entiendo lo que dices, pues de alguna manera se puede entrever eso.
Namaste. Salams.
Como ya he comentado en el vídeo de la entrevista, me parece un trabajo excepcional y reitero mis felicitaciones a la periodista y autora de este artículo.
Por si puede aportar algo a las cuestiones que quedan sin contestar por el entrevistado, como dice muy bien Swami Tadatmananda, uno de los representantes oficiales del Vedanta Advaita, tanto el Neo-Advaita como el Neo-Vedanta, aparentemente dejan de lado, entre otras cosas, la devoción, el servicio desinteresado y la meditación, algo esencial en el Vedanta Advaita, aunque no por eso se pueden considerar estas enseñanzas «malas» o «inútiles», ya que apuntan al mismo Brahmán no dual, pero si que van a requerir de un alumno con unas dotes y una habilidad «extraordinarias» para poder tener éxito.
En mi modesta opinión nada surge por casualidad, pues todo es manifestación de la misma Verdad y estas herramientas pueden llegar a ser igual de útiles para algunos como igual de inútiles para otros seguir una tradición espiritual manteniendo rigurosamente todo su contenido y formas.
En estos tiempos que vivimos hay una evidencia clara de que estamos asistiendo a la gran confluencia de la diversidad de fórmulas que la Divinidad ha querido ofrecernos para salir de la ilusión y despertar. Aún así, el poder de la ilusión es tal que ni siquiera los seguidores de tradiciones espirituales con solera y que llevan un largo recorrido a sus espaldas pueden decir que hayan llegado a algún sitio. En algunos casos es posible que se hayan quedados atrapados en la forma y sus corazones estén completamente cerrados y en otros quizás hayan creado un modo «persona espiritual» que vive la ilusión de que avanzan hacía lo Real o incluso de que ya han llegado. Es complicado.
Creo que cada uno tiene que vivir su propia experiencia y fijarse en los que sientes de corazón que son verdaderas referencias. Por ejemplo, Sri. Ramana Maharshi, a pesar de no estar considerado como un maestro con escuela y ni siquiera ubicarse en una tradición «pura», ha servido de inspiración para quienes ahora representan el Vedanta Advaita oficial y no hay que olvidar que El mismo revisó el texto y fomentó la publicación del folleto «¿Quién soy yo?», con la fórmula de la auto-indagación, que luego continuó Sri Papaji y en la actualidad Mooji (ambos considerados Neo-Advaitas por la escuela Vedanta Advaita oficial). Cambiando de tradición, podemos fijarnos en Mawlana Jalal al-Din Rumi, icono de gran parte del Islam y especialmente del Sufismo, que tras encontrarse con el misterioso Shams al-Din de Tabriz sufrió una profunda transformación y se considera que llegó a lo que hoy conocemos como un estado de «iluminación». Según los últimos estudios realizados en relación a los hechos que envolvieron este encuentro y especialmente a la obra conocida de ambos y a la que fue ocultada intencionadamente en su tiempo, Rumi y Shams podrían, a puerta cerrada, haber compartido y experimentado las técnicas del Vedanta Advaita, el Budismo y el Shaidismo, hasta el punto de poner en duda muchos de los aspectos herméticos del Islam y estar a punto de ser ejecutados por ello.
En resumen, el buscador es el que tiene la responsabilidad de sintonizar con la fuente correcta, que le pueda ayudar a transcender su estado, porque no todo el mundo tiene la misma madurez espiritual, y las manifestaciones de Dios son múltiples y diversas y ninguna debería excluirse, ya que todas apuntan al mismo sitio y muchas se complementan entre sí y se enriquecen.
Bendiciones para tod@s.
Muchas gracias por su extensa aportación a este debate en el que todos nos encontramos buscando cada uno la verdad que se nos escapa una y otra vez de las manos.
Muchísimas gracias por este extenso comentario que implica tiempo y presencia.